La ventana abierta de mi alma vagabunda. Soy Yo.

La ventana abierta de mi alma vagabunda. Soy Yo.
Un poco de como se ve el mundo desde mis ojos.

domingo, 4 de diciembre de 2011

cuatro

Este tipo soy yo. Un manojo de incertidumbres existencialistas, producto digamos de la guerra que se vive en mi país desde hace cincuenta años. Primera generación de citadinos. Mis ancestros, incluso los que viven en ciudad, son y fueron campesinos, se les nota. Gente humilde, trabajadores algunos, los otros delincuentes. Crecí en un barrio mezquino y criminal como dice Fito. Escribo de donde vengo porque en definitiva, somos el resultado de nuestro pasado, de la forma en que vamos percibiendo la vida que nos ha tocado. Mi vida no la elegí yo.
Una vez en primaria tuvimos que hacer el famoso árbol genealógico pero yo sólo pude llegar hasta mi abuela. Nadie hablaba de la familia, era un tema vetado. Cuando tuve edad para entenderlo, y sobre todo cuando tuve valor de preguntarlo, descubrí cositas no tan agradables. Pienso en esto mientras vemos el videoclip de “El Hijo de Hernández”[1].
-Me va a dejar de gustar “El cuarteto” si lo siguen pasando en Sony. Dentro de poco estarán en MTV, y más adelante, haciendo cosas comerciales. Aunque no me los imagino usando ropita chick o haciendo videítos al estilo “La ley”[2]… ¿Me estás oyendo?
Ramiro estaba pero no estaba, su mirada fija en el tele. Sólo me miró pero no dijo nada.
-¿Qué le pasa compadre? –pregunto y no responde.
Mientras camina a la nevera voy haciendo zapping, la globalización da para todo, con excepción de un par de canales locales, todo es igual. Me detengo en un canal donde pasan videítos bacanos. Ramiro llega con una cerveza gigante en la mano.
-Bendito el día en que vendan de esas cervezotas en Colombia -¡Pille! Puro hip hop de blanquitos… a veces suena rico.
Durante un rato escuchamos un especial de Beastie Boys y Fort Minor. Aunque seguíamos en completo silencio, o sea, sin decir nada, yo sabia que algo le pasaba a mi amigo, lo conozco muy bien.
Sigo en lo mío con ese tipo de pensamientos insanos. Hace tiempo pensaba en convertirme en un asesino serial, lo pensaba cada día, pero era consciente de no ser capaz ni de matar un zancudo. De un tiempo para acá, la cosa al revés. Ya no pienso en matar, ni cómo, ni cuándo, pero sé que puedo hacerlo en cualquier momento.
Ramiro mira con esa miradita extraña, se va a su cuarto y regresa con una foto amarillenta, tomada con Polaroid. Una de esas que te dejan suspendido en el tiempo, me acomodo en el sofá y para disimular mi asombro le digo que se quite que no puedo ver el video. Una puta foto de los tres en la Universidad. En la frontera con Guatemala rumbo a  Tikal.


[1] Tema perteneciente al disco Bipolar (2009) del grupo uruguayo El cuarteto de Nos.
[2] Grupo de rock-pop chileno. 

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