A ti... Anónimo.

Esto no pretende ser nada mas q un simple ensayo de un para nada ensayista q bien se sabe lejos incluso del significado de esa palabra tan elaborada.

Grandes bondades ofrece el anonimato, grandes engaños tmbn. Q conste q lo escribo por el puro placer de satisfacer mi morbosidad de saber siempre el por q, como, cuando y en este caso... el quien.

Estar en esta condición de incertidumbre puede ser favorable para ti pero créeme q representa una gran desventaja y es la de saber q existen demasiados anónimos, a menos q no te interese ser confundido o mucho peor, malinterpretado.

Anónimo... esto no alcanzó ni a ser ensayo, se quedó en lo explicito, en la simple solicitud de tu hasta ahora anónima personalidad... acaso tienes nombre? o prefieres ser un afortunado anónimo por los siglos de los siglos. AMEN.

Gracias por leerme, gracias por comentar y no gracias por tu anonimato. Procura q no dure tanto, no vaya ser q el tiempo y el anonimato conviertan lo anónimo en anodino.

Retomando las letras.

Tres maneras... la correcta, la incorrecta y la mía.

Dos meses de vida casi santa, la locion de pino a punto de terminar, el ruido.
Todo es nuevo, lo que es nuevo es la nariz el aire es el mismo, la misma densidad. Lo nuevo es el tacto, también la piel, otra piel.
Lo nuevo son los sonidos afinados, las canciones son las mismas.

Dragón azul platinado, dragón de poder, dragón de fuego.

A pesar de tantos cambios hay algo que prevalece en el ambiente, es algo que antes se percibía con incomodidad, ahora es mucho más tranquilo, es el deseo de expresarse. Retomo las letras, retomo ni esencia, es mejor hablar que escribir, es mejor cantar que hablar, es mejor la guitarra que la espada, es mejor la espada que la pistola, es mejor la yapa que el odio, es mejor la libertad que el miedo.

Siempre en medio de un espacio silente la duda reaparece cada vez con más firmeza ¿tendré que volver a mi acostumbrada comodidad para no sentirme asfixiado?

Sólo puedo cerrar con una frase de cliché.

La verdad os hará libres.