Naci a las cinco de la mañana en mi casa, en una casa compartida, inqulinatos como se llaman en bogota, ciudad tan hermosa y peligrosa como una puta enamorada. Mi abuela hoy internada en un acilo para ancianos locos, acilo de interés social, obviamente no hemos tenido como pagarle una privada… ella fue la culpable de mi nacimiento con esos precarios empíricos conocimientos de enfermería de campo, ella me saco de mi comoda morada medio muerto y a trancasos, no se si después de treinta tres años lo recuerde, la verdad no lo creo, ella como muchos de nosotros ha decidido olvidar muchos acontecimientos.
Naci creo sin saber q existía el vino, las mujeres, el poker, fito, naci sin saber q existía mi santa madre, de quien solo puedo decir cosas buenas aunque recuerde algunas malas.
Naci sin saber q algún dia tendría q perdonar a mi padre, de quien solo debo guardar silencio.
Y se viene la vida, después de 159 palabras, se viene como si uno la hubiera elegido para sobrevivir entre la mierda y tratar de ser alguien, o por lo menos algo. Se viene la vida con este amor anacrónico y mezquino q a veces recuerdo. 33 del alma y no termino de aprender. Me considero vivo y enterrado, pienso en como seria mi vida si lo tuviera todo y veo q seria igual de infeliz… Siempre renegué de los artistas y esa puta palabra me define, solo q debo completarla con la otra palabra q a los 33 empieza a doler, arde… FRACASADO.
Se viene la vida llena de colores alguno hediondos como algunos olores q de vez en cuando se atreven a ofender mi olfato del q gozo humildemente y conformándome por no tener sentido del gusto, esto no quiere decir q trague entero, trato de digerir lo q me ponen pa pensar pero a veces soy victima de mis propias apreciaciones y q mas da si casi siempre tengo la razón. De eso es culpable la obligación de ser hijo único y esta soledad q me acompaña desde q me acuerdo.
Donde viví mi infancia es un lugar merecedor de todos los premio al abuso, aprendi a ser abyecto para sobrevivir. Luego hay etapas de luz intermitente, pero ya es tarde, ya se q soy malo, no tanto como quisiera pero esa es la constante: ser malo te asegura un lugar entre los sobrevivientes de estos barrios de mierda, de los barrios del sur.
Ser el mejor entre los mejores siginificaba ser el peor de todos, en el colegio nunca encontré un lugarcito para encajar, no recuerdo mucho esa época quizás por lo mismo q mi abuela no se acuerda de mi, es mejor no recordar algunas cosas. Otras son simplemente inolvidables, van impregnadas en la piel, en el rostro, en las manos cansadas de pedir a gritos la piel de esas nalgas q tmbn he decidido olvidar, no por q quiera sino por q me conviene. Como pudo ser tan conveniente la putita q se encargo de mostrarme q el sexo debía durar mas de 1 minuto.
Los tatuajes, las guitarras hoy pudriéndose en el oxido de la humedad q reina bajo la cama de mi madre. Los libros, las drogas… la muerte… revivir… recaer… llorar… recordar… corregir… vagar… cagarla, recagarla y volverla a cagar.
Aquí estoy a mis 33 creyendo q puedo escribir algo q alguien extraño lea. Creyendo q puedo ser algo de lo q me pueda sentir honestamente honrado.
Todo es una simple mentira, toda mi vida es una falasia de sueños inconclusos donde la mediocirdad tan criticada es la reina del baile. Ser artista es solo un pretexto donde disfrazo la ambivalencia de mis actos.
No espero nada, no quiero nada, vivo al dia, mis hijos espero algún dia lo entiendan, si no pues q mas da.
La banda sonora de mi vida se va escribiendo de a poco con descubrimientos medio aberrantes al estilo del cuarteto de nos… el hijo de hernandez… si SOY QUIEN SOY, no es fácil quererse después de tanta cagada y tanto dolor, no es nada fácil.
Y bueno, mas tarde celebraremos un añito mas de vida, uno mas de pasar invictos en esta ruleta, pisoteado por unos, escupiendo a otros y como siempre refugiado en esta soledad q apena. Las constantes de este jueguito estúpido q nadie nos obligo jugar pero igual no tuvimos opción, cambian cada dia y el mañana no es nada mas q un manojo de sueños sin garantía. Ganar, perder o resignarse son solo tres de las tantas opciones q se presentan ante tus ojos al despertar, al despertar.
Mi mundo a los 33 son las imágenes, la sosobra, el aguante, la prueba, los colores, las letras, las canciones… pero todo es insípido, anodino. Quiero sexo, mucho sexo, quiero vino… mucho vino, quiero sentir adrenalina quiero sentirme vivo en medio de un poker de ases en la mano final. SI, quiero ganar por q estoy cansado de perder… sin embsargo quiero estar al lado del camino por q tristemente a lo único q me niego en esta vida de mierda pero adicitva… a lo único q me niego es a envejecer. La inmortalidad no es una opción es una obligación. La leyenda no la escribo yo , se escribe entre angeles ariscos casi todos burlones q además se divierten con este circo de trivialidades en lo q se ha convertido mi vida, y quien no ha dicho q el dolor diverte o q el gozo no hiere? Eso no lo decido yo, pero prefiero pensar q si.
Prefiero sentirme comodo, la comodidad es otra obligación. Pero, quien ha dicho q la comodidad no duele?
A mis 33.
