La ventana abierta de mi alma vagabunda. Soy Yo.

La ventana abierta de mi alma vagabunda. Soy Yo.
Un poco de como se ve el mundo desde mis ojos.

martes, 3 de marzo de 2020

Diez años después.

Diez años después en su respectivo orden.
Andres Florez Alias Penril. El ingeniero exitoso y constructor, próximo magnate de la industria, mi banco personal de préstamos urgentes y respetado hombre de familia(espero ya haya terminado de pagar el préstamo del icetex. Pésimo aún en póker y fifa) “simestimamiñero. El micrero, mi único rival respetable al billar y coleccionista de maricaditas varias como por ejemplo DVD’s piratas (él es el pirata) un piano y guitarras (no señor, esa no) jamás ha cambiado su foto de perfil de Facebook.
Yvan Gogh alias Pillo o Dr. muelitas. Prominente fabricante de prótesis dentales, catedrático en la materia y cuya fantástica profesión literalmente hace que la gente pueda reír tranquila. Poseedor de la más envidiable colección de chaquetas Adidas, varias versiones de consolas y artilugios surtiditos de Dragón ball. De hígado prodigioso y aguante a la altura. El man de la música señores... él creó MTV, “cuando MTV era MTV” mi fotógrafo (esa platica aún no se ha perdido)
Mario Guzmán alias Marete. Publicista y catedrático más preparado que un yogur. Le concedí el gratis honor de diseñar mi logo haciendo honra a tan altruista tarea. Sin mi jamás hubiera podido meter goles. De familia zapata en cuanto al FIFA se refiere. Analista profundo del ser y todas sus incidencias. El más pinta (según él) soñador empedernido con los pies en la tierra y un siempre listo “PALASQUESEA”

Y yo. De mi pueden decir cualquier cosa.

Ellos, seres de la más noble calaña. De sentimientos incorruptibles y cuero de tu guerreo. Leales, intachables. Hijos de madres santas pero tremendos hijos de puta cuando es menester.
Ellos, mis hermanos del alma a quienes extraño con lágrimas mientras escribo esto. Los únicos amigos que tengo desde esas épocas. Con los que voy a sufrir cuando me dejen escuchando “Mi hermano y yo” porque bien saben que seré el último en irme... lo hago sabedor de ser el único capaz de aguantar esas partidas.
Alcohólicos de profesión, niños aún, cuerdos desquiciados y desahuciados prematuros.
Este pequeño homenaje espero sea el preludio de un libro que podría escribir para nosotros. O una película (espero hacerla y no como todas las que me he prometido, lo merecen)

Saben bien que escribo lo que no se decir.

Ellos diez años antes... yo, diez años después.
Los amo pichurrias.

lunes, 17 de febrero de 2020

Horas al día (oxidado)


Me costó un poco mas que antes escribir esta entrada. En parte por escribir cada vez menos, también por el reto de manejar los tiempos pero creo que principalmente por el hecho de que ha sido inspirada en una canción de mi amigo Leví. Una canción que me parece una obra de arte.

En esta historia dejo partes de mis recuerdos enlazados sobre lo que empezó como la sinopsis corta del vídeo para la canción en cuestión. Espero poder hacer este sueño realidad y producir tanto este vídeo como este artista.

Dejare un enlace para que escuchen la canción en mi soundcloud advirtiendo que es una grabación netamente casera hecha en el patio de la casa de nuestro amigo David Avelar en Santa Tecla, El Salvador.



HORAS AL DÍA.


Rodeada de algunos de sus amigos, Aleja está tomándose una selfie en un encuentro de exalumnos de uno de los colegios más exclusivos de San Salvador. Ella es una influencer de las más destacadas, tiene 22 años y sus seguidores suman más de un millón. En un país con no más de siete millones de habitantes, esta cifra es aproximadamente el 15%; Sin embargo no es algo que a ella le parezca demasiado importante, para ella a pesar de ganar muy bien gracias a sus redes sociales, realmente las usa con otros propósitos, es una chica algo distinta, le gusta leer, participa en política, hace voluntariado y trata de crear conciencia aprovechando su influencia y poder de convocatoria.

Es una chica de apariencia normal, no es fitness ni ha trabajado en tv, sus seguidores se los hizo a pulso, trabajando de la mano de jóvenes con propósitos altruistas. Es medio hippie o más bien hipster, digamos. Prefiere obviamente ese jeep wrangler verde olivo algo descolorido sin capota que se compró ahorrando y en el que lleva la tabla de surf tres veces por semana al tunco a otro tipo de auto que, supuestamente debería ajustarse más a su imagen… digamos un honda o un toyota. Incluso prefiere el jeep al minicooper con el que le pagaron una campaña de la marca para la que fue protagonista en todo centroamérica hace un par de meses. Prefiere sus "converse" azules a los zapatos de moda y compra ropa en cualquier parte menos en las tiendas de consumo masivo y ropa desechable como Forever 21 o Zara.

Proviene de una familia humilde y estudiaba en ese colegio gracias a un jefe de su madre que decidió adoptar económicamente a la niña . Vivía en una marginal cerca de esa colonia de clase alta y sus amigas de infancia pertenecían a las mejores familias.
Así creció, en el contraste de su casita de una habitación y las casas de sus amigas en las que su casa podría caber tres veces en la cocina.
Su padre, “a saber” - como dicen allá. Sabía quién era pero nunca lo conoció, ni hacía falta. Ella creció con todo el amor, la paz y la entrega que una buena madre pudo darle. Una infancia muy feliz, se notaba en su forma de devolverle al mundo tanto amor.

Este señor que decidió pagar los estudios de la niña, era un empresario millonario con mucha influencia para quien ella trabajaba como doméstica. Su jefa, la esposa del señor Guirola fue quien le propuso el apadrinamiento. El señor aceptó encantado ya que la niña se había convertido en la mejor amiga de su hija Florence.

Él, desde el otro lado de la cancha, ve a Aleja subiendo su selfie a instagram y entra a la app para verla pero como siempre pero, sólo observa, no da like, no hace nada. Solo la ve y se queda inmerso en ese momento mágico en que ella sube una foto y él es testigo de eso.
Con disimulo le toma una foto y la pone de fondo de pantalla. Sus amigos le hacen bullying y le recuerdan que ella es simplemente inalcanzable. Núnca se le ha conocido un novio ni nada que se le parezca. Todos los que lo han intentado de todos los prototipos posibles han fracasado en pasar a ser más que amigos. La friendzone de Aleja es enorme y sus tierras albergan incontables cadáveres de soldados caídos.
No hay manera de que este proyecto de escritor, perforado y tatuado lo logre, Diego Andres lo sabe. Sin embargo ella lo mira sabiendo que él le ha tomado una foto, lo desaprueba pero esa mirada tiene algo que lo transporta de inmediato al pasado.

Recuerda la primera vez que cruzaron miradas hace más de diez años en ese mismo patio y no sabe a ciencia cierta si es un Dejavu o una de esas coincidencias del universo mañoso. Todo parece estar dispuesto de la misma manera en ese ambiente. Es exacto, las mismas figuras, las mismas posiciones de las mismas personas. La misma mirada de ella 15 años después.

La niña sale corriendo a jugar con su amiga Florence y deja caer su carnet del colegio. Dieguito lo recoge y desde ese día no tuvo tesoro mas preciado.
Esa foto de carnet se convirtió en su refugio todas las veces que su papá borracho insultaba y maltrataba a su madre. Todas las veces que tuvo que soportar lo insoportable. Todas esas veces en que en su vida faltaba todo a pesar de tenerlo todo.
Esa foto, esos ojitos de ella eran la salida de emergencia que conducía a la felicidad. Fue así desde entonces.

Cuando llegó la época de las redes sociales, cuando ya tuvieron facebook, los dos se agregaron por inercia pero jamás se hablaron. Él le escribía saludos que borraba de inmediato.

El tiempo que no se queda con nada vio crecer a este niño en medio de la hostilidad de su padre y el cariño de su madre. Nunca entendió como otros niños podían ser tan felices en medio de escasez económica, tuvo que aprenderlo a la fuerza.
Su refugio las letras, el rap, los tatuajes, el flamenco de su amigo guitarrista y Aleja, siempre Aleja. Aunque cada vez la veía más lejos. Paulatinamente ella se alejaba según su percepción debido a la cantidad de popularidad y seguidores que Aleja ganaba. Él, por el contrario se convertía en un chico aislado. Su introversión fue creando a pasar de lo que pudiera predecirse y de acuerdo a la vida que le correspondió, a un joven sensible con una perspectiva muy armonizada de la vida.

Pasó varios años viajando por el mundo, conociendo culturas, comidas, drogas, chamanes, tendencias y claro, mujeres. Con ellas trataba de llenar ese espacio de ya sabemos quien.
Eso llenó su ser de experiencias que fue convirtiendo en letras. Nacía un escritor.

Su obra maestra hasta ese momento, un poema.

Se arma de valor. Le entrega el poema a Levi y le dice que lo haga canción. Levi en un entretiempo del toque le pone notas a eso, le ajusta la métrica y dice al micrófono con su risa característica “Acabo de ponerle música a un poema de Diego que escribió para una chica aquí presente, solo él sabe quién es, ni yo lo se... Escuchen por favor atentamente... Horas al día”

Ella sabe quien es Diego, también lo estalqueaba, también lo seguía todos estos años, vio sus viajes, sus amores fatuos. También se sentía como él. También escribió saludos para los que nunca dio enviar. Ella pensaba que no era el tipo de mujer con quien él quisiera estar. Creía que lucía muy superficial y se esforzaba por no ser la típica influencer vacía. Por agradar a Diego se convirtió en una chica diferente. Buscándolo a él encontró sensibilidad y propósito. Ambos, cada quien por su lado construyeron la versión que pensaban podría agradar al otro.

Nerviosa, pensando que no es ella, Aleja, para evadir la situación se toma su selfie. Diego recuerda su pasado y esa primer mirada. Aleja lo mira con desaprobación por la foto que le tomó pero en ese momento lo entiende todo. Ambos lo entienden todo. Ella lo llama con su mirada. Él se acerca al centro de la cancha. Bailan. Hacen una pausa. Él toma el rostro de Aleja entre sus manos y antes de que termine la canción le dice “... niña al verte”

Ella se recuesta en su pecho.


ESCUCHA LA CANCIÓN EN SOUNDCLOUD