La ventana abierta de mi alma vagabunda. Soy Yo.

La ventana abierta de mi alma vagabunda. Soy Yo.
Un poco de como se ve el mundo desde mis ojos.

domingo, 21 de julio de 2013

¿Qué pasa si te enamoras de un escritor?

Y también me envió esto. 

Muchas cosas pueden pasar, esa es la cuestión con los escritores, son impredecibles, quizá te lleven el desayuno a la cama ó quizá te ignoren durante días, semanas incluso... quizá te lleven el desayuno a la cama a las 3 am ó quieran coger a las 4 de la tarde. 
Posiblemente no duerman en todo el día. Tal vez duerman de más y se les olvide despertarte para que te vayas a la cocina. Te llaman al trabajo para preguntar donde está la camisa que traen puesta. Ó te dejan de hablar cuando descubren que no has leído su libro favorito ó visto la película que más les gusta. Se pueden gastar el dinero de la renta en libretas, cigarros y vino. ó vender algo tuyo para comprar lo anterior. Dejar notas en tus bolsillos. lavar tus pantalones con notas en los bolsillos y toda tu ropa queda llena de pedacitos de papel.
Tal vez lloren si acaso no habías leído las notas que ahora cubren tu ropa. es una vida impredecible... pero ¿qué pasa si un escritor se enamora de ti?... a lo mejor esto es más predecible... a lo mejor no... Encontrarás el collar del elefante que tanto te gusta alrededor del cuello de una desconocida en una parada de autobus de algún relato corto. Tus zapatos favoritos desaparecerán misteriosamente para reaparecer en un poema. El reloj que siempre usas, el reloj que tienes pero nunca usas, el hecho de que jamás has usado un reloj; de pronto le pertenecen a personajes que nunca has conocido y aún así, son tú, no son tú; son alguien más, pero se enredan el cabello en el dedo igual que tú, usan las mismas expresiones que tú, se vuelven torpes cuando están nerviosos igual que tú. a veces serán narradores, a veces protagonistas, a veces villanos; otras veces serán nadie, un simple objeto de utilería sin importancia. Esto te puede sorprender al principio, ó quizá te confunda. a lo mejor te sientes desconcertada cuando los libros se transformen en espejos. Tratarás de verte a ti misma como te ve tu amado escritor, cuando leas un poema sobre una persona que tiene tu segundo nombre ó un texto sobre alguien que jamás ha leído su libro favorito. Estos poemas, novelas, relatos, volarán con el viento. Te preguntarás si estabas deambulando por las páginas de una historia que ni siquiera has leído. No hay manera de saberlo y no hay manera de borrarlo. Incluso si te vas, una parte de ti se quedará. si un escritor se enamora de ti, nunca morirás.

SI UN ESCRITOR SE ENAMORA DE TI, NUNCA MORIRÁS.



Yo me fío.

Alguien muy amablemente me envió esto. Sin embargo, yo me fío.

No te fíes de una chica que lee
No te fíes de una chica que lee, 
ella ya leyó la historia varias veces; 
el guión esta ensayado; 
escribió sus acotaciones.

Conoce al personaje, las técnicas, 
las palabras correctas. 
Te construirá y te destruirá; 
te hará pedazos en dos palabras.

No te fíes de esos ojos cafés, 
del olor a libro antiguo, de la portada; 
no te fíes de una chica que lee.





sábado, 6 de julio de 2013

Liadora Rizla

Hago alarde de mi capacidad para enfrentarme a cualquier cosa, así soy. Un descaro de la vida descarada, soy ese chiste sarcástico que escupe en la cara de la comodidad, soy un tipo de hedonismo sin fachada.  Soy la mediocridad académica de un fin de semana armando baretos con una mano montando bicicleta por la séptima. Soy una liadora Rizla semiautomática y veinte años después soy un moledor de mota con la foto de Bob Marley. Soy esa marihuana que se fuma en pipa los domingos por la tarde repitiendo una de mis películas favoritas.

Para el colegio mi madre tuvo que comprarme zapatos tres tallas más grandes de lo que me correspondía pues debía usarlos varios años; no teníamos dinero para comprarme un par para cada año, o no se porque lo hacía. El tema es que creo que eso es lo único que me ha quedado grande en la vida. Soy de retos, de retos grandes, los retos pequeños son para otro tipo de persona. Solo a acompañado y aunque me cueste media vida y la mitad de la otra, siempre llego donde quiero. A veces rendirse fue la única opción, y sin embargo no me rendí.

Queda lo que pude ser, cierta oscura reflexión provocada días atrás. De lo que no pude ser queda ese sin sabor que enseña con látigo a venerar a mi amigo el facilismo. Quedan las enciclopedias inéditas de este vasto conocimiento que comparto con amigos letrados de Hardvard, el conocimiento de la calle; la mejor escuela. Queda este instinto animal refinado, sofisticado, cantando en una camioneta medio destartalada una de Tres Coronas que me acompañaba en mi precoz adolescencia:


“Bienvenido en mi zona, selva de cemento 
sin paz, ni ley, ni sentimiento 
donde corre la violencia por las calles 
como un rio atormentado por los valles... 
caimanes, culebras, ratas, rateros, 
sapos, chulos, putas, rayas, pistoleros 
todos en la misma jugada, 
te atacan por la espalda 
te dejan sin nada 
te matan por una mirada 
mala, silban los pajaros como las balas 
ya hasta la tentacion de Lucifer que te hala 
salvaje no de visaje o son cuatro paredes o seis bajo la tierra
simonnn 
el mas fuerte resiste... el débil no existe 
llegaste loco de contento y llorando saliste 
jibaritos sufridos, sueños partidos 
padres en líos, hijos perdidos en este laberinto 
voy los puños cerrados en los bolsillos 
por las calles que me sacan sus colmillos 
Ja 
aquí no tengo en quien fiarme 
y con el manque en mano no veo quien me desarme.


Nací, crecí, me defendí entre el bien y el mal 
un mundo conflictivo inmoral 
donde sobrevive el más ilegal 
y se desarrolla mi instinto animal.






jueves, 27 de junio de 2013

...ado.

Despierto saliendo de un sueño intenso, elevado.
Despierto contigo atropellando mi experiencia.
Despierto contigo a mi lado.

Sin prisa mantengo los ojos cerrados.

Despierto invadido en tu divina presencia.
Despierto de golpe, sabiendo que también
despierto a tu lado.

Despierto en poesía.
Despierto enamorado.




lunes, 10 de junio de 2013

Abrázame otra vez.

Demasiado vino tinto el fin de semana.

Se instaló justo en ese lugar donde caen las hojas secas de las viejas emociones. Los pétalos de rosa sobre la cama asesinos de soledades. Un trago que no le agrada. Segundo intento fallido de chocolates y un par de canciones desafinadas. Las velas con su melodía aromática de esencias mezcladas sin cuidado. El amor.

¿Acaso no cualquiera puede hablar de amor?

El amor es el motor que todo lo impulsa, también el asesino ama matar. Es la pasión irrefrenable salpicando todos los sentidos. Es de lejos el motivo de cualquier cosa. Todo es amor. Triste ser aquel que crea que solo se existe en una forma de amor, egoísta forma de vivir. La forma de amar es la mas egoísta que conocen. 

Abrázame otra vez.
¿Ya viste cuanto te necesito?

viernes, 24 de mayo de 2013

Al oído...


1.
Mientras baja del auto, él pudo ver su tatuaje… No alcanzó a distinguirlo en su totalidad, solo descubrió que era una forma por la cual siempre sintió atracción. Y esa imagen estuvo ahí, estática pero latente en su memoria.
Los recuerdos cambian de color, también cambian de olor; los recuerdos se acomodan a lo que necesitas recordar. Ese recuerdo en especial parecía inmune a toda percepción interna. Era “EL RECUERDO”. A veces cuando se cruzan un par de vidas cuyo evento suele ser más que una simple coincidencia, jugarreta del destino, se siente algo extraño en el ambiente. Es necesario hacer una pausa, respirar y tratar de descifrar por lo menos el origen de dicha sensación. Ese día, él como de costumbre cerró los ojos tratando de desmenuzar de a poco ese breve espacio de tiempo en que su figura cubierta de negro desplazaba esas piernas largas y torneadas al otro lado de la puerta; un instante breve pero suficiente para grabarse hasta el subconsciente cada detalle, sobre todo ese símbolo que invitaba a seguirla por la eternidad.
2.
Sus besos estrellan cada pieza del rompecabezas que estuvo armando contra el ventilador haciendo pedazos todo lo que pensaba correcto. Sus miedos escapan con esa lengua intrusa en el sur, su libido y el sudor. Sus piernas olvidan el pudor y dan paso a lo que aun no sabe si es sexo o deseo con amor. Esos pies desnudos marcando el compás de la desesperación. Tiembla toda su geografía bajo el ardor que supone esa injusta nueva sensación. La cobija provee una cómplice oscuridad de media noche pero es luz lo que provoca ese volcán en su vientre. Al borde del abismo se siente segura, el amor es una paradoja en cuyo caso cualquier final es adecuado.
3.
Un día decide desesperadamente escribir un par de líneas buscando aprobación a lo que aún creía era un meta utópica. Ella responde a veces, suficiente para aferrarse al humilde pero casi imposible propósito de ser feliz. Las letras van y vienen, conspira el tablero de ajedrez aunque pésimos ambos para los cálculos, ambos dioses divinos, ambos vampiros sedientos de norte. Ambos llenos de ausencias. Ambos vagos ambulantes incompletos. Ambos dejando que la cercanía se apodere de sus soledades. Ambos enredan sus lenguas en ese beso tardío y nervioso. Él ya hace días ha tomado nota del arrojo con que ella decide intempestivamente romper el hielo. Ella autentica, su boca es una espada que parte en pedazos las corazas que a él ya le pesan. Labios rotos. Corazones secos. Olvidados desiertos de oasis ajenos. Ella con su ternura borra mientras escribe a dos bocas esta nueva historia.
4.
Se aleja despacio. De nuevo la última imagen del día. Invade sus ojos una tristeza sedienta de morir. Serán muchas horas, por cierto muy largas sin su presencia. Es ahí donde los recuerdos ajustan sus cuerdas. Es ahí donde los recuerdos despiertan en letras. Al oído… ¿Se vale decir te quiero?


viernes, 3 de mayo de 2013

Silencio.


Despiertan las letras de su obscena letanía, abre el zen la vanidad. Del tacto que carece la vida para robarte emociones, para sorprender tus cuerdas con sus nuevas melodías. Un paso más y otra vez vacilo, hablar se ha convertido en un arma letal. Todo va encajando sin acusar su acostumbrada prisa, por mientras yo lucho contra el habito pueril de la rima; no quiero métrica esta vez ni sincopadas cadencias. Esta vez simplemente lo que es, es.

Se retuerce el bicho esquivo de la soledad, se revela en improperios sin censura, teme su muerte súbita, algo que tuvo su previo aviso es ahora una inevitable sentencia. Suicida tendencia.

Un mes, dos meses, tres meses… cinco o seis meses sin intoxicar las letras, solo de lejitos como se admira la profundidad del mar; de lejos es como las yemas de los dedos rosan las palabras aun no escritas. Es esa tempestad impertinente la que despierta ofensiva en otra madrugada fría. Con estas ganas por demás absurdas de un vendaval de deseos, bebo.

Victima de otra señal explicita de prohibido me alejo con el rabo entre las piernas queriendo pensar que al final yo no era más que un perro en celo, es así como se mata el amor. El amor muere bajándolo del cielo al suelo, el amor muere cuando se convierte en un simple, barato y oscuro deseo obsceno. El amor muere cuando le quitas lo divino. Escribo.

A conveniencia ajena huyo. Otro momento será el momento. Te pienso, no lo olvides. Por mientras… interpreta mi silencio.