La ventana abierta de mi alma vagabunda. Soy Yo.

La ventana abierta de mi alma vagabunda. Soy Yo.
Un poco de como se ve el mundo desde mis ojos.

viernes, 3 de mayo de 2013

Silencio.


Despiertan las letras de su obscena letanía, abre el zen la vanidad. Del tacto que carece la vida para robarte emociones, para sorprender tus cuerdas con sus nuevas melodías. Un paso más y otra vez vacilo, hablar se ha convertido en un arma letal. Todo va encajando sin acusar su acostumbrada prisa, por mientras yo lucho contra el habito pueril de la rima; no quiero métrica esta vez ni sincopadas cadencias. Esta vez simplemente lo que es, es.

Se retuerce el bicho esquivo de la soledad, se revela en improperios sin censura, teme su muerte súbita, algo que tuvo su previo aviso es ahora una inevitable sentencia. Suicida tendencia.

Un mes, dos meses, tres meses… cinco o seis meses sin intoxicar las letras, solo de lejitos como se admira la profundidad del mar; de lejos es como las yemas de los dedos rosan las palabras aun no escritas. Es esa tempestad impertinente la que despierta ofensiva en otra madrugada fría. Con estas ganas por demás absurdas de un vendaval de deseos, bebo.

Victima de otra señal explicita de prohibido me alejo con el rabo entre las piernas queriendo pensar que al final yo no era más que un perro en celo, es así como se mata el amor. El amor muere bajándolo del cielo al suelo, el amor muere cuando se convierte en un simple, barato y oscuro deseo obsceno. El amor muere cuando le quitas lo divino. Escribo.

A conveniencia ajena huyo. Otro momento será el momento. Te pienso, no lo olvides. Por mientras… interpreta mi silencio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando el silencio se convierte en fantasias, falta de realidad, poca tierra, sin pies, sin rumbo, sin amor.