La ventana abierta de mi alma vagabunda. Soy Yo.

La ventana abierta de mi alma vagabunda. Soy Yo.
Un poco de como se ve el mundo desde mis ojos.

domingo, 15 de abril de 2012

Ensayo de Microcuento.

A veces, en medio de un suspiro se detiene el tiempo. A veces no solo te recuerdo, en medio de un suspiro, te respiro.

Estaba sentado en una silla incomoda de acampar que había comprado en algún mercado de pulgas de Centroamérica; no recordaba en cual país. Solo pensaba en cuantos y que tipos de culos se pudieron haber posado en esa tela sintética. También en cuales campos, montañas o playas habría estado. Era suya en ese momento, el momento en que así, el cielo con su escala de grises le hizo entender que, el azul de la noche no era como él creía, negro.

Luego pensó que en el 210 de la calle ángeles, en esta, la ciudad más violenta del planeta pasaban cosas raras los últimos días. Por ejemplo, la dedicada y escultural esposa del quizás macho alfa podría estar deprimida porque comprobó que aquel era gay y por eso dejó de hacer ejercicio en la elíptica a las diez de la mañana. El marido ya no salía  a pasear los perros como a eso de las seis como acostumbraba, por lo menos desde hace dos meses que fue cuando por primera vez la silla roja empezó a ejercer su función como silla de fumar en la terraza del apartamento donde él veía pasar los días acosado un poco por el delirio de persecución y otro tanto por la búsqueda exhaustiva de quien esta vez era la presa.

Ya iba siendo hora de encontrar la forma de salir a comprar provisiones. Los huevos, la sal, los espaguetis, el alcohol y los cigarros se estaban terminando, poniendo al descubierto el pésimo sentido del cálculo o su tan nombrada pésima capacidad de administración. Había comprado lo necesario para tres meses y recién era el final del segundo. Salir a comprar o ingeniar alguna forma de no correr ese riesgo. No se puede confiar en nadie por estos días. Ni siquiera en sí mismo. La desesperación, el miedo y la falta de provisiones le podían obligar a mover mal las fichas y así arruinar el hasta ahora plan perfecto. Por eso desde hace tiempo no confiaba ni en las respuestas de su voz interior. La misma que no quiso escuchar cuando no calculó todas las consecuencias de su jugada.

Recordó incluso las graficas que llenaron el cuaderno con las mil y una variaciones del plan. Lamentó haberlo quemado como parte del mismo al final de la magistral ejecución. Repasaba una y otra vez para encontrar la fisura, ese detalle minúsculo que tampoco su mente brillante pudo detectar. Una y otra vez con los ojos cerrados en dirección al ocaso repetía la secuencia planeada comparándola con la secuencia ejecutada sin encontrar aún después de dos meses esa simple diferencia. El error que justifica una y otra vez la entropía del azar. Ese hermoso movimiento incontrolable y majestuoso del universo llamado azar.

Se vio a si mismo inundado de adrenalina, su droga favorita. Otra vez jugando al gato y al ratón entre aeropuertos y aduanas. Incluso a sus sesenta años las técnicas que había inventado seguían siendo leyenda en los caminos que inventó. Siempre lo presintió, primero en su infancia, cuando dijo su primer mentira, luego en su adolescencia, cuando por primera vez y siguiendo sus instintos se dejó llevar por la aventura. Siempre lo presintió y sin saber lo que era con exactitud se dejó llevar marcando así sus compases. El ritmo que dejó su nombre tatuado en las mentes de los otros. El mismo ritmo por el que a estas alturas su nombre solo tenía un par de funciones; desaparecer para ser recordado como una leyenda. Una leyenda fumando en la terraza del 209 de la calle Ángeles, en la ciudad más peligrosa del mundo. 


1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo acabo de leer... tiene algo en el manejo del lenguaje atractivo (aunque debe poner más atención a las tildes) que sugiere un ritmo, algo urbano y coloquial -que sin embargo podría llevar a su máxima expresión-. La forma está bien concebida. Por otro lado, el contenido... me parece que la historia no está terminada o no hay los detalles que la hagan realmente atractiva....