Otra de las antiguas para ponernos al día. Y para q ocultarlo: Una mas dedicada a Carolina Gonzalez.
Tenemos pocos días para sanar todos estos años, y caminamos por calles desconocidas para mí. Su seguridad es mi debilidad pero es mejor así, es mejor jugar en su terreno, en su ambiente, ella necesita saber de q soy capaz, y aquí estoy otra vez, demostrando q la amo, aunque diga q un viaje lo hace cualquiera, y tenga razón, aunque escupa en mis zapatos, o en mi cara, a ella todo se le perdona, ella es la elegida y yo debo pagar por todos mis pecados. No todo ha quedado intacto, desde la última vez, a esta última vez. Mis pensamientos están fragmentados, mi cuerpo echo pedazos, un ojo aquí, una mano allá, mis manos en SS, mis pies en guate, los oídos en Bogota; y en Chile, mi corazón, mis anhelos, todos mis deseos, aquí.
Ella renovada, tiene la facultad innata de planear en la turbulencia, y yo, por el contrario hago giros y piruetas en vientos calmos. Ella camina sobre el fuego sin mostrar dolor y yo, salto sobre los charcos de la calle para salpicar a todos con mis impertinencias.
Aunque no tengo medida ni horarios, he concebido una forma exclusiva de saber donde estar parado, a su lado no se puede estar seguro, en cualquier momento te dispara un dardo, a veces somnífero y otras venenoso, unas veces aunque el dardo sea venenoso, lo apropiado es mostrarse altivo, cagarse de la risa, por q eso es lo q ella espera, ella necesita comprobar mi inmortalidad. Ama mi descaro, y sabe q no se enamoraría de cualquier won, pero le duele ser tan grande a sus 19.
Volví incrédulo, asexuado y más seguro. Volví para dejarlo todo aquí, como la ultima oportunidad. A ella le encanta caminar a mi lado, se siente segura pero debe recuperarme, y paso a paso lo hacemos, yo voy limpiando sus lagrimas con mi lengua reseca, nos necesitamos por q somos los dos únicos instrumentos con q se puede tocar esta extraña melodía, pero debemos afinarnos, y ella literalmente aprieta mis clavijas. Yo trato de acariciarla para suavizar su sonido, sus verdaderos sonidos están debajo de tantas capas de lágrimas endurecidas, y yo, tengo la obligación de quitarle todo ese peso, debo amarla.
Otra vez lo mismo pero a distinta hora, y las sobras del viaje pasado, se llenaron de gusanos y hongos. Esta vez tuvimos q limpiar la cocina, pusimos las ollas en agua caliente, y pringamos incluso al tiempo. ADVERTENCIA, altamente inflamable.
Luego despierto y encuentro el detonante. Entre nosotros el dolor es insípido, y asi debe quedarse, la sal y el azúcar están disponibles solo para la hora cuchi cuchi.
Aquí estoy amor mío, cada día mas limpio, yo trágico el detergente y tu me lavas, por ahora déjame en remojo, tengo el cuello muy cochino, pero no dejes de mirarme, con esos ojitos dormilones, con esos ojitos tiernos. Bésame otra vez y otra y otra mas, con tus labios cierra para siempre mis ojos, supe q lo había visto todo, cuando te volví a ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario