La primera vez q lo vi fue en el aeropuerto de Costa Rica.
Mi vuelo de conexión con Panamá estaba retrasado y esperaba a que pasara el
último de la eterna fila de reprogramación de itinerario. Esto de los vuelos es
todo un rollo. Venia de El Salvador y de entrada sabía que sería un fin de
semana largo. Un fin de semana que empieza sin sexo es un fin de semana largo.
Pillé un serie interesante en la programación del avión para
dormírmela, siempre me Duermo las series o las películas en los aviones, pero
esta vez que quise verla, el conector de los audífonos de mi silla que
cuidadosamente había elegido, no servía. Fin de semana largo.
Luego, llego al aeropuerto de costa rica, reviso las
pantallas para ver la puerta de la conexión y mi vuelo no aparece. Voy a un
counter de la aerolínea y le pregunto a la encargada acerca de mi vuelo, ella
me dice “siéntese por ahí un momento por favor porque ese vuelo debe ser
reprogramado. Le daremos hotel y todo lo necesario” muy amablemente le respondí
que yo iba en conexión para Bogotá. Ella con carita de pocos amigos me responde
“siéntese por ahí mientras termino de embarcar este vuelo y lo atiendo.
Gracias” ese “gracias” con hipertexto y sarcasmo disfrazado de amabilidad
queriendo decir en realidad: Siéntese por ahí y no joda.
Ese vuelo que ella estaba embarcando iba para Bogotá, se me ocurrió
decirle que me mandara ahí pero no quise estresar más a la señora con cara de
Azafata cincuentona. Debió ser una mamacita en sus años mozos.
A diez metros del counter vi la filota de la que les hablaba
y después de un rato cuando el vuelo que la cuchibarbie embarcaba termino su
proceso muy obediente le pregunté que debía hacer. Ella un poco menos tensa me
respondió ¿Ve esa fila de allá? Hágala para que le resuelvan su itinerario.
Antes de meterme en esa fila, intenté con malicia chibcha
algún truquini que me sacara de este limbo y le pregunté a la encargada de lo
pertinente, a ella que atendía pacientemente a todos estos viajeros perdidos en
costa rica por culpa de un avión, que si esa era la fila para lo del itinerario
a Bogotá. Ella con una sonrisita medio fingida me dice “la gente que tenía
conexión panama – bogota la estábamos mandando en el avión acaba de salir, por favor haga la fila para
poderle resolver”
Por un momento odié a la cincuentona anterior pero pensé en
que debió ser una mamazota algo estúpida seguramente y que pues al parecer lo
de mamazota obviamente con los años lo había perdido pero lo de estúpida no.
Tuvo la opción de embarcarme en ese avión a Bogotá y no lo hizo. Pero pues a
las mujeres bonitas se le pueden perdonar algunas cosas y preferí no perder energía
en el asunto y esperar a que la condenada fila termine a ver en manos de quien está
mi destino por este día.
En el avión de El Salvador a Costa Rica mientras cabeceaba
empecé a ver entre dormido a un niño como de 7 años que caminaba travieso hacia
el baño, pero me despertó el razonamiento de que no podría un niño estar en el
pasillo en ese momento porque estábamos despegando. Supe que era parte de mi
imaginación. Me volví a acomodar lamentando no tener una almohadita de esas de
gusano para menguar el dolor de cuello y el guayabo. Entre dormido otra vez vi
a varios niños corriendo por el pasillo del avión. Espíritus traviesos
rompiendo el molde en medio de todas esas carotas amargadotas que apuesto más
del 90% de sus dueños estará pensando en que quizás el avión se caiga. Lo mismo
pienso yo.
La fila aun no acaba y estoy tratado de ver al niño este
pero no se a donde fue. Siento q me está mirando por ahí escondido mientras
escribo esto. No sabe que escribo acerca de él y piensa que es la primera vez q
lo veo.
Es idéntico a mi cuando tenía esa edad. Pero no puede ser un
cruce de líneas de tiempo. Yo a esa edad jamás estuve en ningún aeropuerto.
Estaba mirando con curiosidad al señor con el Rasta parado
al lado del aviso led de Samsung. Vi que la tecnología lo atraía como si nunca
hubiera visto algo así. El señor con el peinado rasta estaba cargando su iphone
mientras chateaba y el niño lo miraba detalladamente. Cuando se percató de que
yo le veía lo saludé levantando las cejas y moviendo la cabeza, el niño
respondió al saludo.
Abro mi maleta, la misma con que viajo hace 14 años, la
misma Targus con que viajé a El Salvador por primera vez para sacar mi
computadora y empezar a escribir del niño. Quería llamar su atención pero
cuando volví a ver, no estaba.
Ojala lo vuelva a ver, es idéntico a mi.
Aeropuerto de Costa Rica 11 Marzo 2017